La campana extractora recoge los humos de los alimentos al cocinarse, por lo que acumula mucha grasa con el paso del tiempo. Los vapores no solo están compuestos de agua, también el aceite y la grasa pasa a través de tu campana.
Es necesario limpiarla de forma periódica, pero si se trata de una campana extractora de acero inoxidable deberás tener precaución a la hora de hacerlo. Aprende en este post a limpiar tu campana sin dañarla.
Índice
Antes de limpiar la campana
Lo primero que tienes que hacer antes de limpiar tu campana extractora es dejar que se enfríe y desenchufarla. No debería haber ningún riesgo, pero lo mejor es curarse en salud y desconectar la campana de la red eléctrica.
Esto es común para las campanas extractoras de cualquier material. Evita sustos con un simple gesto.
Una vez lo tengas, intenta desmontar las partes que puedas. Si tiene alguna pieza de fácil desmontaje te facilitará las tareas de limpieza. Cuando lo hayas hecho podrás empezar.
Limpiar la campana extractora
La superficie de la campana extractora acumula menos suciedad, por lo que te costará menos limpiarla. Pero tiene una desventaja frente a los filtros: es la parte que siempre está visible.
Los filtros acumulan más suciedad pero quedarán ocultos, mientras que para la superficie de la campana deberás prestar más atención a los acabados.
Materiales
Para limpiar la campana de acero inoxidable debes evitar las esponjas ásperas y los productos de limpieza agresivos. Si lo haces podrás dañar la superficie.
Lo más recomendable es utilizar un trapo de microfibras o una esponja suave. Para limpiar tienes la opción de usar una mezcla de agua y jabón de lavavajillas o comprar algún producto específico para esas superficies.
Tómate este punto en serio. La campana extractora estará en tu cocina durante muchos años, por lo que deberás cuidar los materiales que usas para limpiarla.
Proceso
- Prepara tu trapo de microfibras y el producto de limpieza para superficies de acero inoxidable.
- Limpia la parte exterior con cuidado. No debería hacer falta que aprietes demasiado.
- Seca la superficie el la dirección del pulido. Así evitarás que queden marcas en la superficie y potenciarás su brillo.
Si quieres rematar la limpieza dándole un brillo extra toma nota de este truco. Prepara una mezcla de bicarbonato, agua y un chorro de limón y úsala para abrillantar toda la superficie. Espera un par de minutos, aclara con agua y sécalo con suavidad.
Otra opción para limpiar es echar algunas gotas de aceite de oliva en un trapo de microfibras y frotar el acero inoxidable. Para secarlo te podrás ayudar de papel absorbente.
Limpiar el filtro
El filtro de la campana extractora debe limpiarse con frecuencia. Puesto que no queda visible es fácil olvidarse de él, pero lo recomendable es limpiarlo cada dos meses. Si no hacemos esto se obstruirá y perderá su funcionalidad.
Limpiar filtros en el lavavajillas
Una opción es utilizar el lavavajillas para para limpiar los filtros sin mayor esfuerzo. Ésto lo podrás hacer si no están muy sucios.
Si se ve que hay gran cantidad de grasa tendrás que descartar esta idea. Lo mejor es elegir una ocasión en las que no estén muy obstruidos y probar a ver qué tal los limpia tu lavavajillas. La primera vez que lo hagas no metas ninguna pieza de tu vajilla.
Limpiar filtros a mano
Lo normal es que tengas que lavarlos a mano. Si cocinas en casa con frecuencia lo natural es que se acumule la grasa y lo mejor para quitarla es lavarlos por tu cuenta.
Para limpiarlos de manera efectiva sigue estos pasos:
- Lo primero que deberás hacer tras desmontarlos es limpiarlos con jabón antigrasa y no aclararlos para que el jabón actúe durante unos minutos.
- Pasado este tiempo limpia el filtro con un trapo húmedo para eliminar la mayoría de la grasa.
- Para el resto de suciedad que está incrustada tendrás que frotar con un cepillo.
- Para acabar, aclara con agua tibia. Si queda algún resto sigue frotando mientras lo aclaras.
- Espera a que se sequen y vuélvelos a colocar. Ten presente que no puedes utilizar la campana si no has colocado los filtros.
Recuerda que no debes utilizar lejía ni otros productos abrasivos para la limpieza de ninguna parte de la campana extractora.
Aprovecha cuando quitas los filtros para limpiar los soportes de los mismos con un paño húmedo. En esas zonas también se suele acumular la grasa.
Es importante limpiar el filtro antigrasa de forma periódica. De esta manera la extracción de olores y humos será eficiente.
Puede resultar un poco tedioso estar cada dos meses desmontando la campana extractora, pero es necesario. Pero con todos estos consejos podrás dejar el acero inoxidable reluciente. ¡Dará gusto preparar la comida en la cocina!