Una de las cosas más habituales que nos puede pasar en casa y que más rabia da es tener un azulejo roto. Y si no somos manitas, lo más normal es que esperemos la ocasión propicia para llamar a un profesional que sepa cómo quitar azulejos.
Pero claro, ¿cómo vamos a llamarle para un azulejo solo? El desplazamiento es más caro que el propio trabajo.
Deja que te digamos un remedio muy simple apto incluso para los menos habilidosos, es el que utiliza un profesional que sabe cómo quitar azulejos fácilmente sin dañar los que están a su alrededor. ¡Verás lo fácil que es!
Cómo quitar un azulejo roto
Lo primero que hay que comprobar es si se puede extraer por completo o no. Si el azulejo no está totalmente pegado a la pared, es posible que podamos extraerlo sin romperlo.
Para saberlo, lo único que debes hacer es golpear con un destornillador el azulejo para ver si suena a hueco. En caso contrario, significa que la pared está bien alicatada y en su extracción lo normal es que se nos rompa.
El objetivo es evitar que los azulejos de al lado no sufran daños al sacar el que está roto con mucho cuidado. Para ello, deberás asegurarte de romper la lechada que lo une con los circundantes.
Para hacer esto, puedes usar un cutter o una espátula. El proceso consiste en raspar por completo la lechada perimetral del azulejo que quieres cambiar para extraerlo sin dañar a los azulejos de al lado.
Penetra en profundidad para romper por completo la lechada. Una vez hecho esto, utiliza un cincel o un destornillador de cabeza plana en la ranura del azulejo y golpea con suavidad para que se desprenda sin dañar los de alrededor.
Este método es perfectamente válido tanto para cambiar azulejos de baño como para baldosas de suelo.
Antes de enfrentarte a esta tarea, es importante que te asegures de que tienes un azulejo de repuesto igual que los demás. En caso contrario, quizá debas intentar arreglarlo en vez de sustituirlo.
Sustituye el azulejo roto por uno nuevo
Lo primero es aplicar una pasta especial fijadora tipo cemento en cola. Con una espátula esparce por toda la baldosa para asegurarte de que se fije bien. Colócala en el hueco. Si no ha quedado recta, puedes modificarla. Para ello tienes 20 minutos más o menos antes de que se quede totalmente pegada.
Después tienes que rellenar las juntas, pero hazlo al día siguiente para asegurarte de que el nuevo azulejo esté totalmente fijado. Hay productos especiales para ello. Lo único que debes hacer es rellenar las juntas y retirar los restos que sobresalen con un paño húmedo. Y ya tienes el azulejo nuevo perfectamente colocado.
Ahora que ya sabes cómo quitar azulejos fácilmente y cómo ponerlos de una forma sencilla y segura, ya no tienes excusa para que tu pared esté siempre en perfectas condiciones. Ya verás como una vez que hayas hecho el primero, los demás serán coser y cantar.