Un dato interesante: ¿Sabías que las ventanas es una de las 5 principales zonas de la casa que hace feliz a la gente cuando se limpian? Tras los suelos, baños, encimeras y duchas, tener unas ventanas limpias es sinónimo de bienestar.
El problema viene cuando en el hogar tenemos ventanas a cierta distancia del suelo. Es esencial saber cómo limpiar ventanas muy altas para que se convierta en una tarea sencilla de llevar a cabo.
Ten en cuenta que deberás reunir el material, trabajar con una escalera y estar pendiente del clima. Para que esta tarea sea sencilla te dejo una pequeña guía con las que limpiar las ventanas altas paso a paso.
Índice
1. Programa un día para la limpieza
Puede que un día te levantes y veas la suciedad en las ventanas. Es entonces cuando te tentará limpiarlas, pero esta labor debe ser un proceso planificado. Piensa que si las limpias en el momento equivocado acabarán con marcas. Esto ocurre cuando se limpian en los días soleados o calurosos.
En estos momentos de altas temperaturas el limpiador se seca más rápido de lo que tardas en limpiarlo, dejando unas marcas que se verán a simple vista. Además, al ser marcas del propio limpiador, no será fáciles de quitar.
Puesto que tu objetivo es dejar las ventanas impolutas deberás elegir el mejor día para ello. Tendrás que ver la previsión del tiempo de los siguientes días y esperar hasta que den uno en el que no llueva ni se esperen temperaturas altas.
Solo así conseguirás que el limpiador haga su efecto y deje los cristales relucientes.
2. Planifica cómo vas a llegar al exterior
Para limpiar las ventanas altas vas a necesitar alcanzar la parte exterior de las mismas. Sólo tienes dos formas de conseguirlo: o bien con una escobilla de goma con mango extensible o bien con una escalera. También existe la posibilidad de combinar ambas soluciones.
Lo que debes evitar siempre es acceder al exterior de la ventana colocándote en el interior y colgándote de la ventana. Hacerlo de esta manera es altamente peligroso. Para esta labor debes buscas el 100% de seguridad.
También debes tener en cuenta que no debes colocar peso en las partes del techo inestables o susceptibles de desprenderse. Si te apoyas en un canalón para sujetarte, este puede ceder y acabarás cayéndote.
Por lo tanto, si no tienes una escobilla con mango extensible, necesitarás una escalera de extensión o de tijera.
Si las yemas de los dedos pueden tocar los peldaños de la escalera, el ángulo es correcto. Si no, es que está demasiado inclinada. Mueve la escalera hasta que puedas tocar los peldaños.
Además deberías seguir la regla de la hebilla del cinturón. Tanto si usas una hebilla o no, debes fijarte en que esta parte del cuerpo se mantiene siempre dentro de los límites de la escalera en todo momento.
Si te tienes que estirar tanto que se sale, no lo hagas. Piensa que si lo haces, podrías perder el equilibrio y caerte. Esta es una señal de que necesitas mover la escalera. Que no te de pereza. Bájate de la escalera y desplázala.
3. Prepara las ventanas
Si las ventanas interiores y exteriores no han sido limpiadas en mucho tiempo ten en cuenta que tendrán mucha suciedad acumulada. La parte exterior puede tener hojas, insectos y telarañas. Al igual que cuando pintas, dedica un poco de tiempo de preparación para combatir este tipo de suciedad.
Un pequeño aspirador portátil de mano puede ayudarte bastante en la eliminación de hojas, insectos, telarañas y cualquier tipo de suciedad. Los cepillos de cerdas suaves también funcionarán, pero aún así necesitarás una escoba para las hojas y los insectos.
4. Reúne los materiales necesarios
Necesitarás materiales específicos para limpiar las ventanas. Toma nota:
- Lavavajillas líquido
- Dos cubos
- Esponjas grandes
- Guantes de goma
- Limpiador multiusos
- Toallas
- Paños sin pelusa como gamuzas, camisetas viejas u otra ropa suave
Si usas ropa vieja, asegúrate de elegir ropa que no haya sido tratada con suavizante. Los residuos de suavizante pueden dejar manchas en tus ventanas al entrar en contacto. Además, nunca uses papel de cocina para limpiar las ventanas, ya que dejan restos.
5. Llegó la hora: limpia las ventanas
Para limpiar las ventanas exteriores mezcla vinagre blanco y agua a partes iguales en un cubo grande. El agua y el líquido de lavavajillas funcionarán igual de bien, pero usa sólo unas pocas gotas de lavavajillas.
Si añades unas pocas gotas de más y el agua estará demasiado jabonosa. Recuerda llenar también un segundo cubo con agua para enjuagar la esponja y la escobilla de goma.
Cuando lo tengas, pon una esponja en la mezcla de vinagre y agua y lava las ventanas con ella. Moja la escobilla de goma en agua (si la dejas seca no tendrá tracción) para eliminar la solución limpadora.
Para ello mueve la escobilla de goma verticalmente hacia la parte baja de la ventana con un movimiento recto, comenzando en la esquina superior derecha. Vuelve a la siguiente zona y hazlo de la misma manera. Superpón el trazo anterior sólo un poco.
Cuando hayas completado una sección usa una segunda esponja o uno de los paños para limpiar el borde de goma de la escobilla.
Coge una esponja o un paño para secar el borde si se moja. Para las ventanas interiores, utiliza un paño húmedo y un limpiador sin amoníaco para limpiar los marcos.
¡Y ya lo tienes! Tus ventanas estarán limpias y brillantes y tu casa se verá y se sentirá mucho más brillante. También tendrás la satisfacción de saber que tendrás las ventanas limpias por un tiempo.
Ahora notarás como el sol entra en la vivienda al completo. Ya no se notarán estas manchas grises sobre la superficie del cristal.