El limón como agente de limpieza económico del hogar


La limpieza del hogar es una actividad más que necesaria, ya que nadie se encuentra cómodo en una casa que no está lo suficientemente limpia.

Hoy en día en las estanterías de los mercados puedes encontrar una infinidad de productos específicos para cada ambiente y cada superficie en el hogar, para dejarlos brillantes, desinfectados, y verdaderamente relucientes.

Sin embargo, utilizar todas estas opciones de limpieza atenta contra nuestra economía. Por ello hay que agudizar el ingenio y poner en marcha consejos de limpieza natural y económica. En este caso vamos a ver el uso del limón en la limpieza del hogar.

El limón limpia y desengrasa

El limón posee propiedades de limpieza. Es capaz de desinfectar y de blanquear múltiples superficies. Para que te hagas una idea, el zumo fresco de limón es un poderoso agente desengrasante.

Para limpiar el horno o los fuegos de la cocina el limón resulta sumamente efectivo, al igual que el horno eléctrico o el horno de microondas (recuerda desenchufarlos de la red eléctrica antes de comenzar la limpieza).

Será suficiente con aplicar unas gotas de zumo tibio de limón recién exprimido y dejarlo actuar algunos minutos. Después, límpialo con un trapo mojado con agua y las superficies quedarán limpias. Dejarán de tener grasa de una manera natural y por demás económica.

Del mismo modo puedes desengrasar superficies y objetos. Por ejemplo, para retirar los depósitos de grasa de la vajilla o de los cubiertos bastará con colocarlos en remojo en una solución en partes iguales de zumo fresco de limón y agua caliente.

Deja que el limón actúe sobre la superficie hasta que el agua se haya enfriado y luego lávalo como de costumbre, utilizando agua caliente y detergente.

También puedes dar brillo al metal con limón. Bastará con humedecerlo o dejarlo en remojo de zumo de limón para luego frotarlo con un paño de algodón limpio para pulirlo.

Adiós al sarro con ayuda del limón

El limón también es efectivo para eliminar los depósitos y restos de sarro o de cal que suelen aparecer producto de las aguas duras de algunas ciudades. La taza del váter, la bañera e incluso las jaboneras o los contenedores de jabón de la lavadora pueden ser limpiados con zumo tibio de limón.

Colócalo directamente o aplica un paño mojado en el zumo y déjalo actuar durante unos minutos. Luego, aclara con agua caliente y ya habrás eliminado los depósitos de sarro.

Limpia las superficies porosas

El limón, en combinación con el bicarbonato de sodio, resulta en un buen producto efervescente, capaz de higienizar cualquier superficie porosa.

Las tablas de picar, las bandejas, y cualquier superficie porosa pueden ser espolvoreadas y luego rociadas con zumo de limón.

Conseguirás potenciar la limpieza raspando con un cepillo de cerdas plásticas y humedecido en zumo de limón, o simplemente dejando que las burbujas efervescentes hagan su trabajo, eliminando la suciedad contenida en las vetas y poros de las superficies.

Blanqueador de telas

Además, el zumo de limón es un gran blanqueador de telas y de superficies, incluyendo nuestra propia piel. Para blanquear prendas de vestir, mantas, sábanas y casi cualquier tela, bastará con rociarla con la mitad de un limón fresco y dejarla actuar, al sol o a la sombra. Después de lavar y aclarar la mancha de óxido y de vejez habrá desaparecido de la superficie.

Anterior

6 Técnicas simples para ahorrar a diario

Consejos para ahorrar en la cocina

Siguiente

Deja un comentario