¿No tienes aire acondicionado en casa? No te preocupes, es posible combatir el calor extremo si sigues todos estos consejos.
A veces pensamos que la única solución para mantener la casa fresca es el aire acondicionado, pero si te planificas bien podrás lograrlo sin hacer esa inversión.
Vamos a ver 7 recomendaciones para que superes el verano sin acabar odiándolo. Aplícalos cada día y verás como consigues superar estos meses de calor.
Índice
Bloquea el sol fuera de casa
Uno de los principales problemas del verano es el calor que aporta a nuestra vivienda la radiación solar directa. Normalmente pensamos en la temperatura que hace en la calle, pero los rayos de sol también ayudan a que suba la temperatura de nuestro hogar.
Para evitar este problema solo debes hacer una cosa: bloquear el sol por fuera de casa. Un error común es correr las cortinas y pensar que con eso es suficiente, pero el sol calienta la tela de las cortinas y ya tendremos el calor dentro del hogar.
Lo que debes hacer es utilizar toldos y persianas para bloquear los rayos de sol antes de que entren por las ventanas. De esta manera conseguiremos mantener este calor fuera de nuestra vivienda.
Cuando el sol se oculte podrás levantar los toldos y las persianas, pero durante las horas del día es mejor tenerlos bajados.
Ventila a primera hora de la mañana
El momento más fresco del día es el amanecer. Puede que no te despiertes tan temprano, pero nada más levantarte aprovecha que todavía no hace mucho calor y ventila la vivienda.
Para hacerlo de forma efectiva deberás abrir varias ventanas de forma simultánea. Así conseguirás que haya corrientes dentro de la casa y se renueve el aire en poco tiempo.
Y si puedes ventilar durante un buen rato conseguirás que las paredes y los muebles del hogar también bajen de temperatura.
Parece sorprendente, pero estos elementos del hogar mantienen el calor y luego durante el día provocan que la temperatura dentro de la casa no haga más que subir.
Coloca mosquiteras en las ventanas
Ventilar a primera hora es fundamental, pero si puedes dormir con las ventanas abiertas notarás una gran mejora.
Pero para evitar que entren los mosquitos típicos del verano lo mejor es que coloques unas mosquiteras. Hoy en día se pueden encontrar en muchas tiendas, y tienes modelos que se ajustan al tamaño de tu ventana.
Es una inversión muy recomendable, ya que podrás utilizarla durante los siguientes veranos. Así podrás refrescar tu casa incluso en noches calurosas.
Dúchate antes de ir a dormir
Uno de los principales problemas del calor es que nos impide dormir. Cuando vamos a la cama no somos capaces de conciliar el sueño y empezamos a dar vueltas para huir del calor.
Ante esta situación hay una solución muy sencilla: ducharse con agua fresca antes de irnos a dormir. Con esto conseguirás bajar tu temperatura corporal y cuando llegues a la cama conseguirás dormirte con facilidad.
Después tu cuerpo se relajará y bajará un poco su temperatura, consiguiendo que puedas mantener el sueño. Lo que has conseguido con la ducha es superar ese periodo inicial en el que te cuesta quedarte dormido.
Cena ligero
El estómago cuando hace la digestión produce calor, y si la cena es pesada tendrás una digestión más larga.
Para evitar este sofoco producido por la digestión de la cena lo mejor es que tomes pocos alimentos y que sean ligeros.
Además, si optas por cenas frías te sentirás mucho mejor. Un gazpacho, un poco de melón o unas tapas frías son grandes elecciones para las noches calurosas de verano.
Cómprate un ventilador
Los ventiladores son grandes aliados para los meses de verano. Al mover el aire de la estancia ayudan a evaporar el sudor de tu cuerpo, lo que se transmite en un descenso de tu temperatura corporal.
Una buena forma de aprovechar este aparato es comprando un ventilador de pie o uno de techo. Ambos modelos se pueden accionar a distancia y tienen versiones silenciosas.
Si optas por un ventilador de pie intenta no apuntarlo directo a tu cara. Si lo haces podrás tener problemas con los ojos, ya que se te secarán rápidamente.
Pero si puedes invertir un poco más será mejor optar por un ventilador de techo. Son más silenciosos y son capaces de mover grandes cantidades de aire sin generar corrientes excesivas.
Si haces ejercicio que sea a primera hora
El ejercicio elevará enormemente tu temperatura corporal. Pero no hace falta que sea un ejercicio intenso; subir rápidamente las escaleras ya puede provocar que empieces a sudar.
Intenta llevar el ejercicio a la primera hora del día, que es cuando más baja está la temperatura, y evitar moverte mucho el resto del día.
Esto es especialmente importante antes de irte a dormir, ya que necesitarás estar en reposo durante un rato antes de irte a la cama.
Así en el momento de acostarte ya tendrás el cuerpo relajado y a una temperatura estable.