Cuando buscamos un lugar en el que vivir pensamos en factores como la orientación de la casa, el barrio o los servicios que hay próximos. Sin embargo, el aislamiento térmico y acústico no parece algo prioritario, cuando la importancia de este aspecto es mayor a la que podamos imaginar. Estas son las razones por las que un edificio o una vivienda debe contar con el mejor aislamiento posible.
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Por qué importa el aislamiento en los edificios
En primer lugar, debemos tener en cuenta que emprender este tipo de proyectos tiene un coste que puede llegar a ser elevado, pero siempre se puede solicitar ayuda para rehabilitación según la comunidad autónoma. Estas ayudas cuentan con unos requisitos y cuantías que varían de una comunidad a otra pero que, sin embargo, son una inestimable ayuda a la hora de realizar estos proyectos.
El aislamiento de un edificio implica una obra de envergadura, pero a medio plazo ya se notan sus efectos, principalmente económicos. Es necesario invertir menos dinero en climatizar las viviendas, ya que las fugas de temperatura o puentes térmicos quedan minimizados. Siempre se dice que es una lástima gastar el dinero en climatización para luego tirarlo por un mal aislamiento. Y es que el ahorro que se puede llegar a conseguir es del 50% en climatización, y si hablamos de reducir el nivel de ruido, la diferencia es más que notable.
Cómo se aísla un edificio
Para aislar fachadas en edificios se utilizan sistemas como el de aislamiento térmico exterior o SATE, que consiste en colocar planchas rígidas de material aislante y que van fijadas al muro. Se emplean paneles rígidos de poliestireno expandido EPS, así como poliestireno extruido XPS y lanas minerales.
El sistema de cámaras de aire o fachadas ventiladas implica generar una capa de aire entre el revestimiento y la fachada, que lleva una aislante de lana de vidrio, lana de roca o espuma de poliuretano.
El aislante proyectado consiste en la aplicación de espuma de poliuretano en fachadas exteriores, sobre todo en aquellas que han quedado expuestas tras un derribo. Probablemente sea el sistema más económico, pero el impacto visual es alto, por lo que debe emplearse de manera exclusiva en zonas muy expuestas o como solución temporal.
Finalmente, la inyección de aislante en cámara de aire implica realizar la aplicación de materiales como espuma poliuretano de baja densidad, lana de roca o celulosa aislante en la cámara de aire existente entre el tabique interior y la pared exterior.
No solo para conseguir eficiencia energética
Aislar un edificio implica conseguir que la temperatura se mantenga constante en todo momento, de esta forma, se produce un ahorro a la hora de invertir en climatización. Además, el aislamiento genera que el nivel de ruido dentro de las viviendas se reduzca. lo que ayuda al confort, a mejorar la calidad del sueño o aumentar la concentración.
El aislamiento en un edificio o solo para por conseguir una mejora en las fachadas, sino también en las cubiertas y en las ventanas y balcones. No tiene mucho sentido invertir en los primeros puntos si los cerramientos son antiguos y no encajan bien. Materiales como el PVC o aluminio junto con los cristales con rotura de puente térmico (RPT) son el complemento más adecuado a la hora de conseguir el mejor aislamiento.
De manera general, todas las actuaciones que se realicen en un edificio para conseguir aislarlo tienen un retorno de la inversión que se produce entre los 5 y los 7 años. Por tanto, teniendo en cuenta que cuando adquirimos una vivienda es para un plazo de tiempo muy superior, la inversión está más que justificada.
De esta manera, plantearse la posibilidad de realizar actuaciones de este tipo en un edificio, siempre es algo que merece la pena, ayudando además a conseguir la revalorización de todas las viviendas. En el día a día, el ahorro en climatización es algo que se nota, ya que la temperatura en el interior de las viviendas se mantiene estable, y el edificio no se ve tan afectado por los cambios bruscos de temperatura.
Por todas estas razones, plantearse el aislamiento integral de un edificio siempre supone una opción muy inteligente. Será el equipo profesional adecuado el que determine cuál es el método a emplear más efectivo para ese tipo de edificación. Siempre es posible encontrar el equilibrio entre un aislamiento eficiente y que tenga un coste asumible para los propietarios.
Cuando se emprenden las tareas de aislamiento térmico y acústico en un edificio, se está apostando por un nuevo modelo de vivienda, mucho más sostenible y adaptado a nuestras necesidades y que desea poner freno a altos desembolsos económicos en el pago de la facturas energéticas. Sabiendo además que existen ayudas en todas las comunidades autónomas a la hora de poner en marcha estas reformas, es mucho más asequible poder llevarlas acabo y comenzar a disfrutar de la mejor eficiencia energética posible.